Fotografía Digital, los sensores.
El sensor de las cámaras digitales está considerado como el corazón del dispositivo.
El sensor de imagen de una cámara digital convierte la luz que proviene del sujeto en una señal electrónica que finalmente se transforma en un archivo de imagen digital.
Las fotocélulas están dispuestas en una matriz bidimensional en la que inciden los fotones y son convertidos en una carga eléctrica. Cada una de las fotocélulas transforma la luz de un punto de la imagen en electrones.
Sensores CCD
Las siglas CCD significan dispositivo de carga acoplada en inglés. La tecnología que hay detrás de estos fue desarrollada a finales de los años 60 y fue en 1970 cuando se incorporó por primera vez a una videocámara.
En los sensores CCD la interpretación de la intensidad eléctrica de cada píxel, es decir, la conversión de esta carga en voltaje, se lleva a cabo en un amplificador común situado en los bordes del sensor.
Los fotodiodos que reciben la luz son los que se encargan de convertirla en una carga de electrones y almacenarla. La carga de cada píxel se transfiere, una a una, a los registros de desplazamiento, tanto vertical como horizontal. Finalmente, el amplificador de salida convierte la carga en voltaje analógico. El conversor analógico digital será el que transforme la carga en código binario.
Sensores CMOS
Las siglas CMOS de estos sensores significan semiconductor complementario de óxido metálico. Su nombre hace referencia a la tecnología usada para fabricarlos, que es la misma que se emplea hoy en día para cualquier tipo de chip o microchip.
El color en fotografía digital
Los sensores, por definición, sólo miden la cantidad de luz que incide en cada una de sus fotocélulas o píxeles. No tienen la capacidad de distinguir entre uno y otro color. Para suplir esta carencia se le coloca un filtro que mide la cantidad de rojo, de verde y de azul (RGB). Estos filtros se colocan de una manera determinada siguiendo un patrón que se es conocido como Mosaico de Bayer.
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